La sala master siempre es una agradable invitación para escuchar buenas bandas de manera cómoda. El pasado viernes tuvimos el agrado (o suerte) de ver tres bandas muy interesantes y disímiles entre ellas, un verdadero coctel de música en sus distintos aspectos. Algo así como una carta de presentación de lo que sucede musicalmente en la capital.
La gente comenzaba a entrar y se podía ver a Carlos Vargas (yupisatam, inflamable) sentado en su teclado con los pies descalzos y la mirada fija en la pantalla de su pc, a su lado estaba Arturo Rodriguez (jirafa ardiendo) asistiendo la guitarra, un metalofono y a ratos haciendo coros. Carlos Vargas tiene una de esas voces que no necesitan citar al invierno ni a su amada para dar esa sensación de melancolía poderosa, y eso sumado a sus máquinas con sabores a shapes hacen una mezcla realmente interesante. Jamás habiamos visto a Carlos Vargas en solitario y su sonido acústico (notable la incorporación de un charango) con fondos muy electrónicos es realmente recomendable al oído, nada que ver con la propuesta minimalista que todos los solistas hacen ahora.
Luego de eso entró en escena la segunda banda invitada (que resultó ser la anfitriona de la noche a parecer de muchos). Fother Muckers es de esas bandas que su repertorio depende tanto de la música como de la puesta en escena y la interacción con el publico, un frontman que sabe como subir y bajar a la audiencia con actitud rockandroll que a ratos parecía ser demasiado (sospechosamente espontáneo).
Pero que dio un ambiente grato y una presentación muy interesante incluso a quienes no conocían sus canciones, sin dejar de lado su sonido depurado de rock sucio y melodías muy elaboradas (notable los cambios de tiempo) A pesar de los chistes fomes y una que otra acción vulgar propia de los adolescentes de hoy en día, el quinteto presentó un repertorio sólido y un montaje excelente y muy eficiente.
Mas temprano de lo esperado llegó el turno final. Jirafa Ardiendo siempre presenta un show muy musical que se pasea por su variado sonido, un real desfile de elementos y colores que deslumbra al publico desde su visión periférica, un show completo y sobretodo sonoro. Lamentablemente para algunos la primera impresión de las canciones no logra ser del todo digerible, pero sin duda alguna logra lucirse con interesantes arreglos que tuvieron privilegio con el espectacular audio de la sala, nota aparte merece la interpretación del chin chin en "Fragil". Un espectáculo impresionante para quienes no conocían su trabajo.
Tres sabores diferentes para una noche común de la escena local, como puede darse cuenta en esta ciudad suceden cosas y usted puede hacerse participe de ellas.
La gente comenzaba a entrar y se podía ver a Carlos Vargas (yupisatam, inflamable) sentado en su teclado con los pies descalzos y la mirada fija en la pantalla de su pc, a su lado estaba Arturo Rodriguez (jirafa ardiendo) asistiendo la guitarra, un metalofono y a ratos haciendo coros. Carlos Vargas tiene una de esas voces que no necesitan citar al invierno ni a su amada para dar esa sensación de melancolía poderosa, y eso sumado a sus máquinas con sabores a shapes hacen una mezcla realmente interesante. Jamás habiamos visto a Carlos Vargas en solitario y su sonido acústico (notable la incorporación de un charango) con fondos muy electrónicos es realmente recomendable al oído, nada que ver con la propuesta minimalista que todos los solistas hacen ahora.
Luego de eso entró en escena la segunda banda invitada (que resultó ser la anfitriona de la noche a parecer de muchos). Fother Muckers es de esas bandas que su repertorio depende tanto de la música como de la puesta en escena y la interacción con el publico, un frontman que sabe como subir y bajar a la audiencia con actitud rockandroll que a ratos parecía ser demasiado (sospechosamente espontáneo).
Pero que dio un ambiente grato y una presentación muy interesante incluso a quienes no conocían sus canciones, sin dejar de lado su sonido depurado de rock sucio y melodías muy elaboradas (notable los cambios de tiempo) A pesar de los chistes fomes y una que otra acción vulgar propia de los adolescentes de hoy en día, el quinteto presentó un repertorio sólido y un montaje excelente y muy eficiente.
Mas temprano de lo esperado llegó el turno final. Jirafa Ardiendo siempre presenta un show muy musical que se pasea por su variado sonido, un real desfile de elementos y colores que deslumbra al publico desde su visión periférica, un show completo y sobretodo sonoro. Lamentablemente para algunos la primera impresión de las canciones no logra ser del todo digerible, pero sin duda alguna logra lucirse con interesantes arreglos que tuvieron privilegio con el espectacular audio de la sala, nota aparte merece la interpretación del chin chin en "Fragil". Un espectáculo impresionante para quienes no conocían su trabajo.
Tres sabores diferentes para una noche común de la escena local, como puede darse cuenta en esta ciudad suceden cosas y usted puede hacerse participe de ellas.
CARLOSVARGAS
FOTHERMUCKERS
JIRAFAARDIENDO
1 sabios comentarios:
ASTOREKA:
http://www.myspace.com/astoreka
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